
Primer mandamiento
Un doctor de la Ley se acercó a Jesús y le preguntó: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?» La respuesta fue: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente. Éste es el mayor y el primer mandamiento» (Mt 22,36-38). Amar a Dios es lo más importante en nuestra vida.
¿Cuáles son nuestras obligaciones para con Dios? Reconocer que es nuestro Señor; creer lo que nos ha revelado; esperar lo que nos promete; adorarle en el corazón y con los gestos: servirle, cumpliendo su voluntad; orar, elevando la mente a Dios para alabarle y amarle sobre todas las cosas. El primer mandamiento manda, pues, creer, esperar, amar a Dios y darle el culto debido.
Segundo mandamiento
El segundo mandamiento es: No tomarás el nombre de Dios en vano. Todas las personas tienen un nombre. No nos gusta que usen nuestro nombre para reírse o burlarse de nosotros. También defendemos el nombre de nuestros padres y amigos.
Dios también tiene un nombre: Dios, Jesús, Jesucristo, Señor. Debemos pronunciar el nombre Santo de Dios con inmenso respeto y amor porque es nuestro Dios y nuestro Padre.
En el Padrenuestro rezamos: «Santificado sea tu nombre» y expresa el respeto que nos inspira el nombre de Dios.

La blasfemia es decir palabras o hacer gestos injuriosos contra Dios, la Virgen, los Santos o la Iglesia. Si se hace de forma consciente, dándose cuenta, es un pecado grave.

Tercer mandamiento
El tercer mandamiento de la Ley de Dios es: Santificarás las fiestas.
Dios manda que le dediquemos un día a la semana para darle culto y para descansar de los trabajos corporales. Los Apóstoles señalaron el domingo, que es el día en que resucitó Jesucristo. También fue domingo el día en que el Espíritu santo vino sobre los Apóstoles en la fiesta de Pentecostés. Cada domingo celebramos la resurrección del Señor.
Dios ha querido que le adoremos y le demos culto los domingos y fiestas de guardar asistiendo a la Santa Misa que es el acto más grande de adoración y culto que podemos ofrecer a Dios en la tierra. El primer mandamiento de la Iglesia es: Oír Misa entera todos los domingos y fiestas de guardar.