Lección de Actos concretos y continuados de amor

  En el matrimonio no basta «quererse» sino que es necesario «querer quererse», es decir, decidirse a querer a la otra persona en todas las circunstancias y con sus defectos. Y esto no solo en el aspecto sentimental sino con actos concretos y continuados de amor.

   – Seguir los dos la misma suerte, acompañándose y apoyándose mutuamente aunque puedan surgir dificultades.

   – Pensar o intentar pensar exclusivamente en el otro: su estado de ánimo, su salud, su humor y su fracaso o éxito en el trabajo. Y todo esto hacerlo con delicadeza, ternura y satisfaciendo sus gustos.

   – Saber dar el bien al otro, pero buscando la novedad y el factor sorpresa. Es bueno introducir sorpresas en la vida conyugal para evitar un posible mal acostumbramiento o la simple rutina.

   – También es positivo compartir algunas costumbres: dar paseos juntos, leer algunas páginas de un libro de humor o entregarse al sueño después de dar un beso al otro. Esto sirve para consolidar una hermosa historia de amor.

   – Los matrimonios que duran no suelen ser los que se apoyaron en el amor-pasión, sino los que se basaron en el amor-decisión, en  el compromiso de quererse.

(Pintura: Músicos. HALS, Dirk. El Hermitage. San Petersburgo)

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