Entre otras actuaciones destacamos estas tres:
– LA INQUISICIÓN. Algunos judíos y musulmanes se convertían al Catolicismo, pero esas conversiones no siempre fueron sinceras y para vigilar a los herejes los Reyes Católicos, en 1478, obtuvieron del Papa Sixto II una bula autorizando la introducción de la Santa Inquisición, encargada de perseguir a los herejes. Pero los métodos de la Inquisición no fueron más crueles que los empleados de los otros países. Así, en Inglaterra los condenados por traición eran quemados vivos y en Alemania en un siglo fueron quemadas 20.000 mujeres.
LA SANTA HERMANDAD. Algunos nobles, convertidos en cabecillas de bandidos, cometían atropellos, robos y asesinatos. Los reyes demolieron los castillos feudales y limitaron su autoridad de vida y muerte sobre sus súbditos. Crearon la Santa Hermandad que era una especie de guardia civil para perseguir a los ladrones y combatir a los nobles que se negaban a obedecer a los reyes.
– LA EXPULSIÓN DE LOS JUDÍOS. Para conseguir la Iglesia única, los reyes expulsaron a los judíos que eran odiados por la mayoría de los cristianos. Sin embargo, se ocasionó un grave perjuicio a la economía pues era una población trabajadora.