La atención consiste en dirigir y concentrar la energía psíquica en algo. Atender es abrir los sentidos y esforzarnos para que las cosas entren en nosotros.
Al poner atención conocemos con mayor claridad, se conservan mejor en la memoria y se relacionan mejor las ideas anteriores con las posteriores.
Podemos distinguir tres clases de atención: espontánea, voluntaria y habitual.
a) Prestamos una atención espontánea alas cosas que nos atraen o gustan.
b) Con la atención voluntaria nos fijamos en cualquier cosa, incluso en lo menos interesante. La atención voluntaria supone hacer un esfuerzo y con frecuencia se produce cansancio.
c) La atención habitual es la que prestamos a las cosas que tenemos por costumbre. Cuesta poco esfuerzo.