
Dos leperos van conduciendo un camión cuando llegan a un túnel con un cartel diciendo “altura máxima: 3 metros”. Así que se bajan miden la altura de su camión y resulta que es 3 metros diez. El conductor le dice al otro:
-Oye mira, vamos a pasar, no hay policías….
Dos leperos, padre e hijo, están haciendo la siembra en su huerto, y el niño mira al cubo que tenían ahí al lado, y al verse reflejado dice:
-¡Papá, papá, que hay un hombre en el cubo!
El padre mira dentro del cubo, y pregunta:
-¿El tuyo tiene boina?
-No.
-Pues entonces hay dos.
Dos leperos:
-Mira tío, en esta bolsa tengo unas cervezas, si adivinas cuántas hay, te puedes quedar con las seis.
En Lepe hay dos familias judías, y quieren casar a las hijas; pero como no hay chicos judíos en el pueblo, deciden unirse para buscarlos por los pueblos de los alrededores. Finalmente encuentran dos excelentes partidos, y les invitan a que vayan a conocer el pueblo. Pero resulta que uno de los tíos se arrepiente por el camino, y sólo uno de ellos llega a Lepe. Y es una joyita, así que las dos familias lo quieren.
Total que las dos familias empiezan a discutir de quién es el novio, y como la cosa no se aclara, deciden hablar con el rabino más viejo de los alrededores.
-Lo que hacemos es muy simple. Partiremos al chico por la mitad, y le daremos un trozo a cada familia para que no haya discusiones.
Entonces la madre de una de las novias dice:
-No, por favor, pobre muchacho, cómo le van a hacer eso.
Pero la otra madre dice:
-¡Eso! ¡Eso! ¡Que lo partan! ¡Que lo descuarticen!
Entonces el rabino mira a la segunda madre y decide:
-El chico se casa con su hija; usted es la verdadera suegra.
En Lepe han encontrado un esqueleto detrás de un árbol. Ha sido identificado por la policía como el Edelmiro, que ganó el año pasado una partida de escondite.
El Lepe van a gasear a un condenado a muerte. Le meten en la cámara de gas, y entonces el condenado se echa a reír al ver que la cámara de gas no tiene techo. Entonces el verdugo pregunta:
-¿Y tú? ¿De qué te ríes?
-Jo, jo, yo que estaba tan preocupado porque me iban a ejecutar, y resulta que he tenido una suerte tremenda. Me quieren ejecutar justo en el único pueblo de España donde no saben ni construir una cámara de gas con techo.
-Sí, sí, tú ríete ahora, porque no te quedarán ganas cuando lleguen los mozos del pueblo y te empiecen a tirar las bombones de butano en la cabeza.