-Mamá, mamá, en la escuela me llaman Walkie Talkie. CAMBIO.
-Mamá, mamá, ¿papá es mago?
-No, hijito, es electricista.
-Mamá, mamá, ¿papá es mago?
-No, hijito, es electricista.
-Mamá, mamá, ¿papá es mago?
-Está bien, hijo, ¿por qué lo dices?
-Porque juntó dos cables, ¡echó chispitas y desapareció…!
-Mamá, mamá, me he cortado un dedo.
-Pues chúpatelo, hijo, y se curará.
-Es que no me lo encuentro.
-Mamá, mamá, ¿horchata se escribe con hache?
-Pues claro, tontín, si no, se diría horcata.
-Mamá, mamá, ¿los limones pían?
-¡No, hijo!
-Pues entonces he estrujado al canario.
-Mamá, mamá, llévame al circo.
-No, hijo, si quieren verte que vayan a casa.
-Mamá, mamá, Pepito me ha mordido la oreja.
-Pepito, deja en paz la oreja de Anita. (Pausa)
-Pepito. ¡Déjala en paz, te digo! (Pausa)
-Muy bien, Pepito, dame esa oreja.
-Mamá, mamá, no me gusta la hija del vecino.
-Pues cómete las patatas.
-Mamá, mamá…. me mentiste.
-¿Por qué?, hijo mío, yo no te miento.
-Me dijiste que mi hermanito era un angelito.
-Sí, es cierto.
-¡¡No!!
-¿Por qué?
¡¡Porque lo he tirado por la ventana y no ha volado!!