Los invertebrados son los animales más sencillos y más pequeños; pero su variedad es mucho mayor que entre los vertebrados. Los podemos agrupar en tres clases:
– Animales unicelulares o protozoos. Suelen vivir tanto en el agua dulce como en la salada y pueden observarse por medio del microscopio. Ejemplos: las amebas (que no tienen membranas y pueden deformarse); los radiolarios (con esqueleto y espinas)
– Los radiados, que tienen las partes de su cuerpo dispuestas a la manera de una rueda, como los políferos (esponjas), celentéreos (medusas) y los equinodermos (estrella de mar).
– Los alargados, que suelen poseer la cabeza en un extremo, como los moluscos (caracol), gusanos (lombriz) y artrópodos (cangrejo).