Lección de Consecuencias en los hijos

 Cuando un matrimonio se rompe no solo sufren los padres, sino también los hijos. Los chicos que padecen el divorcio de sus padres suelen tener un mayor nivel de estrés que la media de los otros niños y en los años sucesivos aumenta el absentismo escolar, la depresión, el rechazo con los compañeros, el mal comportamiento, las malas calificaciones y se suele terminar en fracaso escolar.

   Todo divorcio reduce el bienestar de los hijos, se deterioran las relaciones entre los padres y los hijos y aumenta la probabilidad de que en el futuro esos hijos acaben también divorciándose.

   Cuando la familia se desintegra, además de los esposos, también sufren los abuelos que ven fracasar a los esposos en una empresa tan importante. El daño que se hace a los hijos es inmenso: pierden el sentido del amor primitivo y pueden derivar hacia el cinismo.

(Pintura: Retrato de Conrad Rehlinger y sus hijos. STRIGEL, Bernhard. Pinacoteca Alte. Munich)

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