Consejos para ambos esposos
Renovar libremente el amor de entrega aunque a veces resulte costoso.
Volver a enamorar al otro cónyuge cada jornada a base de detalles pequeños.
Evitar todo lo que moleste al otro y hacer todo lo posible para satisfacerlo.
Aceptar al otro con sus defectos y limitaciones y ayudarle a superarlos.
Evitar que el trabajo y las relaciones sociales resten tiempo a la mujer (marido) y a los hijos.
Tomar las decisiones familiares entre los dos, cediendo en algo si es preciso y sin protestar si se deriva algún inconveniente.
No alimentar los celos porque es señal de falta de confianza hacia el otro.
Respetar la autonomía y libertad del otro en cuanto a sus aficiones, amistades y relaciones con Dios.
Conseguir que en la familia haya un ambiente de alegría y buen humor.
Evitar que los padres de ambos se entrometan en la vida del matrimonio.
No discutir nunca delante de los hijos y recomponer la paz pidiendo perdón y con un acto de amor.
Consejos para la esposa
No estropear la relación con el marido por el orden y limpieza de la casa.
Evitar atosigarle cuando llegue a casa con los problemas de los hijos o de la casa.
Cocinar un plato que le gusta especialmente cuando hay que ayudarle sabiendo que el marido se gana también a través del estómago.
No atormentarlo con los celos y con las dudas imaginarias.
Ser fiel al marido cuando aparece otro hombre más comprensivo, amable y guapo.
No divertirse jugando a interesar a otros hombres.
No contar confidencialmente a un amigo los defectos de tu marido, porque podría ser el primer paso para la deslealtad.
No quejarse de las dificultades para conseguir que tu marido haga tu voluntad.
No envidiar a otras mujeres por su belleza o su suerte, ni poner como ejemplo a sus maridos.
Cuida tu aspecto físico para conservar despierto el amor del marido.
Consejos al marido
Amar a la mujer aunque con el paso de los años haya perdido en algo su aspecto físico.
Prestar más interés y tiempo a la mujer y a los hijos que al trabajo, al coche o al ordenador.
Al volver a casa, dedicarse a escuchar a la mujer y a los deberes de los hijos. Ya quedará tiempo para leer el periódico y ver la televisión.
No quejarse demasiado, con lamentaciones, de los problemas del trabajo.
Cuidar las relaciones con otras mujeres, como secretaria o compañeras de trabajo, para evitar que nazcan los celos de la esposa.
Tener bien apuntadas las fechas significativas de la boda, nacimiento de los hijos, etc. para recordárselo amablemente y comprándole algún obsequio.
No tener vergüenza de decirle que le quieres pues esto siempre le gustará a tu esposa.