Lección de De bares y camareros 2

Duración: 10 minutos

-Camarero, camarero, mi plato está mojado.

-No, señor, no es que esté mojado, eso es la sopa.

-Camarero, camarero, quisiera tomar un huevo frito grasiento y un filete de cerdo quemado, con una ensalada aguachinada.

-Lo siento, señor, aquí no servimos así.

-¿Cómo que no? Ayer mismo.

Esto es un hombre que entra a un restaurante y le pide a un camarero el menú del día. El camarero le entrega la hoja, en donde se puede ver que es un menú algo caro (6.000 pesetas). Al leer aquello, le pregunta al camarero:

-¿Oiga, y aquí no hacen descuento a los colegas?

-¿Pero usted también es camarero?

-No, pero soy ladrón.

Un hombre muy tímido entra en una cafetería.

-Me da… me da… esto… un café.

-¿SOLO?

-Bueno, deme, deme… dos.

Un tío entra en un bar y pide un cubata. Cuando se lo va a tomar, se le acerca un mono que había por ahí y le mete una pata dentro del vaso. Este hombre se lo toma un poco a cachondeo y pide otro cubata, pero el mono le repite la gracia. Gruñendo, pide un tercer cubata sin dejar de mirar al mono, pero cuando el camarero se lo sirve resulta que el mono es demasiado rápido y le vuelve a meter la pata. Ya cabreado, este tío intenta pegarle una patada al mono, y, cuando falla, le dice al camarero:

-Oiga, usted sabe por qué cada vez que pido un cubata se acerca el mono que hay en fondo del bar, se sube a la barra y mete su pata derecha dentro de mi vaso?

-Pues no, mire, yo acabo de empezar a trabajar aquí, ¿por qué no se lo pregunta al pianista, que ha estado aquí desde hace mucho tiempo?

Total que va el tío al pianista y le dice:

-Oiga, ¿usted sabe por qué cada vez que pido un cubata se acerca el mono que hay en el fondo del bar, se sube a la barra y mete su pata derecha dentro de mi vaso?

-Pues mire, así de repente no caigo, pero si se me la tararea…

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