
Goleman señala cinco conductas diferentes entre el hombre y la mujer:
1. El hombre suele conversar muy poco con su esposa. Por el contrario, ella necesita hablar con su marido.
2. El hombre se queda satisfecho si habla de cualquier cosa con ella. La mujer necesita una conexión emocional más profunda.
3. El hombre da poca importancia al miedo, la culpa o el dolor. La mujer vive mejor la empatía.
4. El hombre tiene dificultad para detectar los problemas que surgen de la relación conyugal; no se entera o se entera tarde. La mujer lo suele captar pronto.
5. El hombre tiene poca predisposición a afrontar los conflictos emocionales que surgen en su matrimonio, mientras que la mujer necesita hacerlo.
En el matrimonio es importante saber expresar el afecto. Decía una esposa: Procuro, con frecuencia, expresar a mi esposo que lo quiero mucho. Yo soy muy cariñosa y me gusta expresárselo, aunque él no lo sea tanto y no sepa expresarlo.
Un esposo decía: Un factor importante ha sido no solo quererla, sino hacérselo sentir; no solo que me guste, sino darle las gracias.
(Pintura: Mujer leyendo una carta. METSU, Gabrill. Galería Nacional de Irlanda. Dublín)