-Doctor, doctor, que pierdo la memoria
-¿Y hace mucho tiempo de eso?
-¿De qué?
-Mamá, mamá, quiero ir a ver al Doctor Zivago.
-Tú irás a la Seguridad Social como toda la familia.
-Doctor, doctor, soy corto de vista.
-Doctora, doctora…
-Doctor, cuando se me va la cabeza, ¿qué puedo hacer?
-Pues irse con ella.
-Doctor, un camello me ha dado una patada.
-¿Y dónde ha sido?
-¿Dónde va a ser?, ¡en el desierto!
-Pero, señora, ¿qué hace su marido en el suelo?
-Pues lo que nos dijo usted: tomar el medicamento.
-Pero les dije que lo tomara a gotas.
-¡Arrea! Nosotros entendimos a gatas.
-¿Qué me dijo, doctor…? ¿Acuario?
-No, no, no, ¡cáncer, cáncer!
-Doctor, doctor, ¿qué tal ha ido el parto?
-Bueno, todo muy bien, pero a su hijo le hemos tenido que poner oxígeno.
-¿Oxígeno? Con la ilusión que a mí me hacía ponerle Federico…