
-Doctor, doctor, que se me juntas las letras.
-Pues páguelas, hombre, páguelas.
-Doctor, doctor, quisiera unas lentillas con vallas.
-¿¿Con vallas??
-Sí, es que tengo los ojos saltones.
-Doctor, doctor, todo el mundo me ignora.
-El siguiente…
-Doctor, doctor, veo elefantes azules por todas partes.
-¿Ha visto ya a un psicólogo?
-No, solo elefantes azules.
-Pues mi doctor me dijo que en dos semanas estaría andando.
-¿Y lo consiguió?
-Ya te digo, tuve que vender el coche para poder pagarle.
-Doctor, doctor, no siento mi pierna.
-Bah, normal, es que le hemos cortado el brazo.
Al dispensario donde llegan los estudiantes de medicina hacen prácticas, llega un tío con un ataque al corazón:
-Mi corazón, mi corazón…
-Tranquilo, hombre -le dice al ATS-, que enseguida viene un médico y le atiende.
En estas que llega uno de primero y pregunta:
-¿Es este el del corazón?
-Sí, doctor, sí.
Saca dos agujas y chas, chas, se las clava en los ojos, a lo que el ATS dice:
-Pero oiga, que era el corazón lo que le dolía.
-Ojos que no ven…
Dos enfermeras se cruzan por un pasillo en un hospital:
-Susi, ¿qué haces con ese termómetro en la oreja?
-¡Ostras, ya sé quién tiene mi lápiz!