
– Se recibe la plenitud del Espíritu Santo con sus dones. Los dones son gracias particulares que iluminan, fortalecen y perfeccionan el alma, ayudándonos a practicar las virtudes y facilitándonos la salvación. Estos dones son siete: sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
– Aumenta la gracia santificante.
– Imprime en el alma un carácter imborrable de soldados de Cristo. La Confirmación fortalece la fe y nos hace testigos de Jesucristo. Nos da fuerzas para defender la fe y defendernos de los enemigos exteriores, como el demonio, el mal ejemplo o las persecuciones, ya sean abiertas o disimuladas.