
– El aumento de la gracia santificante. El matrimonio hay que recibirlo en estado de gracia; si no, se comete un sacrilegio.
– La gracia sacramental para cumplir debidamente los deberes de esposos y padres cristianos.
– Hace legítimos los hijos.
Las obligaciones de los esposos son éstas:
+ Guardarse fidelidad y amarse mutuamente.
+ Ayudarse en sus necesidades corporales y espirituales y soportar mutuamente sus defectos con dulzura y paciencia.
+ Aceptar los hijos que Dios les dé. El Señor bendice las familias numerosas.
+ Educar a sus hijos en el santo temor de Dios (respeto y veneración) e instruirlos en la doctrina cristiana. Trabajar por la salvación de sus hijos y de su propia salvación.