
Después de producirse la fecundación o unión de un grano de polen y el óvulo, el ovario empieza a desarrollarse hasta originar el fruto. Por tanto, el fruto es el ovario fecundado y maduro.
Los frutos pueden ser:
– Carnosos como la manzana, la pera, la naranja, el tomate y otros.
– Secos como la judía o alubia, la almendra, el trigo, la bellota, la avellana y otros.
La semilla es el óvulo fecundado y maduro. Cuando la semilla se encuentra en un lugar oxigenado, húmedo y con temperatura adecuada, se desarrolla hasta convertirse en una planta completa, capaz de florecer.