
Sucedió que mientras Zacarías estaba ofreciendo el incienso en el santuario, se le apareció el ángel san Gabriel.
Zacarías tuvo miedo pero el ángel le dijo: No temas, Zacarías, porque tu oración ha sido escuchada por Dios. Tu esposa Isabel tendrá un hijo y lo llamarás Juan.
Estará lleno del Espíritu Santo y preparará a los hombres para la venida del Señor.