
Además de poder estudiar, querer y saber utilizar unas buenas técnicas de estudio, es necesario dedicarle el tiempo suficiente para repasar, hacer los ejercicios y dominar todos los temas. Ningún trabajo sale adelante si no se le dedica tiempo, y el estudio tampoco.
En distintas investigaciones se ha demostrado que la administración eficaz del tiempo es un factor importante en el éxito escolar. Pero el tiempo es difícil de controlar y fácilmente se desperdicia en tareas improductivas y sin objetivos.
Las principales dificultades para aprovechar el tiempo suelen ser éstas: Primero la dificultad de ponerse a estudiar, es decir, de iniciar el estudio concentrado. Segundo, el pasar de una asignatura a otra sin profundizar ni terminar ninguna. Tercero, no estudiar todo lo que se debiera aunque anteriormente haya sido propuesto. Cuarto, dejar el estudio y la preparación de los exámenes para el último momento, tratando de recuperaren poco tiempo lo que no se ha hecho en los días o semanas anteriores.
Pero todas estas dificultades se pueden solucionar y con constancia se puede conseguir un buen aprovechamiento del tiempo. Unos principios generales para alcanzarlo podrían ser éstos:
Marcar una hora fija para comenzar el estudio, que podría ser entre las seis y media y las siete, teniendo clase por la tarde. Antes de ponerse a estudiar es conveniente hacer una lista de todas las actividades a realizar en esa tarde y después ordenarlas teniendo en cuenta de programar en primer lugar los temas que resulten más difíciles o desagradables. Conviene hacer un descanso de unos cinco minutos por cada hora de estudio concentrado. Es el momento de levantarse, dar una vuelta por la casa o hacer una llamada telefónica. Con esto se evita la fatiga mental.
Cada día hay que terminar todas las actividades que se han propuesto. De esta forma mejorar la constancia y fuerza de voluntad. Muchos días se terminan antes de lo previsto y se dedicar ese tiempo a los hobbys. Como norma general habría que estudiar los seis días de la semana, de lunes a sábado, y dejar completamente libre el domingo, para alcanzar el necesario descanso, divertirse, asistir a las celebraciones religiosas, fomentar las aficiones, etc.
Algunos estudiantes prefieren estudiar por la noche mientras que otros aseguran que rinden más en el estudio por las mañanas antes de ir a clase. Convendría conocer cual es la mejor hora para concentrarse eficazmente en la tarea.