Lección de El paralítico de Cafarnaún

El paralítico de Cafarnaún

    Jesús estaba en una casa de Cafarnaún y había mucha gente a su alrededor. Entonces llegaron cuatro hombres que llevaban a un paralítico para que lo curase, pero había tantas personas que no podían pasar.

   Subieron al tejado y descolgaron la camilla hasta donde estaba Jesús, haciendo un agujero en el techo.

   Jesús, al ver la fe que tenían, dijo al paralítico:

   – Te perdono tus pecados. Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa. Entonces el enfermo se levantó, cogió la camilla y se fue alabando y dando gracias a Dios. Todos se maravillaron y decían:

   – Hoy hemos visto cosas extraordinarias.

La fe del Centurión

    Había en Cafarnaún  un  centurión que tenía un criado enfermo y moribundo y le pidieron que lo curara.

    Jesús dijo:

   – Yo iré y le curaré. Pero el centurión le contestó:

   – Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, pero di una sola palabra y mi criado quedará curado.

     Jesús se maravilló ante aquella fe tan grande y le dijo:

   – Ve y que sea como has creído.Y en aquel momento quedó curado el siervo del centurión.

El hijo de la viuda de Naín

Al día siguiente, Jesús se dirigió con sus discípulos a Naín y una gran multitud le seguía.

   Cerca de la puerta de la ciudad encontró a una madre viuda que llevaba a enterrar a su hijo.

   Se compadeció de ella y le dijo:

   – No llores.

   Luego se acercó al ataúd y dijo al muerto:

   – ¡Levántate!

   Y el niño se levantó y empezó a hablar.

   Entonces Jesús se lo devolvió a su madre.


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