
I
Un Gallo presumido
De luchador valiente,
Y un Pollo algo crecido,
No sé por qué accidente
Tuvieron sus palabras, de manera
Que armaron una brava pelotera.
II
Diose el Pollo tal maña,
Que sacudió a mi Gallo lindamente,
Quedando ya por suya la campaña,
Y el vencido sultán de aquel serrallo
Dijo, cuando el contrario no le oía:
«¡Eh!, con el tiempo no será mal Gallo;
El pobrecillo es mozo todavía.»
III
Jamás volvió a meterse con el Pollo;
Mas en otra ocasión, por cierto embrollo,
Teniendo un choque con un Gallo anciano,
Guerrero veterano,
Apenas le quedó pluma ni cresta,
Y dijo al retirarse de la fiesta:
«Si no mirara que es un pobre viejo…
IV
Pero chochea y por piedad le dejo.»
Quien se meta en contienda,
Verbigracia, de asunto literario,
A los años no atienda,
Sino a la habilidad de su adversario.
No ha de considerarse
en un autor la edad
sino el talento.
Tomás de Iriarte.