Lección de Elevación a la gracia

Duración: 10 minutos

   En la consideración de los actos buenos o malos de los hombres hay que tener en cuenta la dimensión de si es cristiano o no.

    Cuando hombre está bautizado se añade un nuevo elemento a su personalidad, ya que la gracia le da una dimensión sobrenatural, al participar de la naturaleza divina, mediante la nueva comunicación con la vida de Jesús.

    Vivir en gracia de Dios y por tanto no estar en pecado mortal invita a un mejor comportamiento en todos los aspectos de la vida para llegar a la santidad.

    El pecado mortal supone una importante gravedad moral, porque produce la pérdida del estado de gracia y de la aspiración a la perfección en su vida espiritual.

    Los actos positivos y buenos hechos con rectitud de intención, para la gloria de Dios y por amor, pueden aumentar la gracia y los méritos sobrenaturales. Por el contrario, si las acciones están mal hechas o resultan una chapuza, no son dignos de ofrecerse a Dios, ni mejoran la vida sobrenatural.

    Los medios para conducirse moralmente son de tipo sobrenatural, especialmente invocar el auxilio del Espíritu Santo y la recepción de los sacramentos.

    En resumen, el sujeto moral es el hombre concreto, con cuerpo y alma, social por naturaleza, con una biografía personal y elevado al orden sobrenatural. Este posee una peculiar estructura psíquica, que puede realizar actos buenos o malos y que le hacen responsable de su propia conducta.

    Para que el hombre pueda actuar moralmente es necesario que sea consciente y libre, es decir, que el conocimiento y la libertad constituyen la raíz de la moralidad.

    Arturo Ramo    

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