Duración: 10 minutos
- Era una mujer tan fea, tan fea, tan fea, que su marido se la llevaba al trabajo para no tener que darle el beso de despedida.
- Era una sequía tan larga, tan larga, tan larga, que las vacas daban la leche en polvo.
- Era un matemático que tenía una personalidad tan negativa, tan negativa, tan negativa, que cuando llegaba a una fiesta los invitados empezaban a mirarse extrañados y preguntaban: ¿Quién se ha ido?
- Había una vez un príncipe tan feo, tan feo, tan feo, que Cenicienta se fue a casa a las 11:30.
- La calle en la que vivo es tan estrecha que querían poner una academia de baile y la tuvieron que poner de canto.
- Eres tan agudo como una pelota.