Duración: 10 minutos
- Era un tío tan feo, tan feo, tan feo, que para ir al zoo tenía que comprar dos entradas, una para entrar y otra para salir.
- Era un tío tan gafe, tan gafe, tan gafe, que le atropelló un coche que estaba aparcado.
- Era un tío tan pobre, tan pobre, tan pobre, que no podía prestar atención.
- Era un tío tan tonto, tan tonto, tan tonto, que para ganar dinero apostaba haciendo solitarios.
- Era un tío tan tonto, tan tonto, tan tonto, que pasó una noche entera estudiando antes de un examen de sangre.