Vemos que los hombres cometen muchos delitos y pecados, como robar, matar, desobedecer las leyes, etc. y sabemos que Dios dará a cada uno según sus obras. Pero no en esta vida sino en la vida eterna. Es otra prueba de que el alma no morirá y es inmortal.
La sabiduría de Dios pide que el alma sea inmortal para establecer premios para los hombres que han obrado el bien y castigos para los que han obrado el mal.
La inmortalidad del alma prueba la eternidad del cielo y la eternidad del infierno. Si el alma buena vive para siempre también será feliz en el cielo para siempre.
Comentario
MARÍA: Yo pienso que en el mundo no hay verdadera justicia, porque los malos no son castigados siempre ni los buenos son premiados, aunque hay excepciones.
JUAN: Eso prueba que en la otra vida tendrá que cumplirse la justicia definitiva.
MARÍA: Y los buenos gozarán del cielo para siempre.
JUAN: Y los malos estarán por toda la eternidad en el infierno.