Pero además de estos fines inmediatos, me gustaría que te fijaras un objetivo más lejano. Los libros de texto ingleses están llenos de frases como éstas: «Donde millones de hombres se pararon, allí empieza tú a trabajar.» «En las cumbres aún hay mucho lugar para los obreros esforzados.» «Los mejores puestos del mundo están aún por conquistarse.» «Se buscan todavía la inteligencia y el carácter; en la Bolsa de la vida aún hay gran demanda de ellos», etc.
Yo quisiera que todo joven se metiera en la cabeza que puede y debe llegar a ser un hombre grande, sabio, instruido, de carácter firme, mejor que muchos otros innumerables. No digo que llegue a serlo en realidad. Pero si sus anhelos y pensamientos se lanzan siempre como el águila a un fin elevado, seguramente lo alcanzará con más facilidad que si, a modo de golondrina, no hace sino rozar de continuo la tierra.