– LA CONQUISTA. En el año 711 d. C. los musulmanes invadieron la península Ibérica y vencieron a Don Rodrigo en la batalla de Guadalete. Los jefes musulmanes Tarik y Muza conquistaron la península, excepto una franja montañosa del Norte donde se reorganizaron los cristianos y otra zona por los Pirineos.
El resto de España se llamó Al-Ándalus y era una provincia dependiente del Califato de Damasco.
– EL EMIRATO DE CÓRDOBA. El príncipe omeya que logró escapar de los abbasidas fue Abderramán I. Llegó huyendo hasta Ceuta y de allí pasó a España proclamándose emir, es decir, se hizo políticamente independiente del califa. Abderramán I reunificó las tierras y logró contener a los reyes cristianos del Norte.
– EL CALIFATO DE CÓRDOBA. Abderramán III tomó el título de «jefe de los creyentes» o califa, es decir, jefe político y religioso, con lo que Al-Ándalus consiguió la independencia total. Es la época de mayor esplendor político, cultural y militar.
– ALMANZOR. En el siglo X, sobresalió Almanzor, ministro del califa Hixem II que realizó continuas expediciones guerreras por el territorio cristiano: Zamora fue arrasada y sufrió saqueos; también guerreó contra Barcelona, León y tomó Santiago de Compostela. Pero murió después de la batalla de Calatañazor donde se decía que «Almanzor perdió el tambor». El califato desapareció el año 1031.