Lección de ¿Para qué estamos en la tierra?

Hay personas que se preguntan para qué están en la tierra, para qué han nacido, y nadie se lo ha explicado. Los cristianos -seguidores de Jesucristo- tenemos la suerte de conocer estas cosas. Jesucristo las predicó y la Iglesia las enseñan. La doctrina de Jesucristo o doctrina cristiana da respuesta a las preguntas fundamentales.

   Y las preguntas fundamentales que los hombres nos hacemos son: de dónde vengo, quién soy, hacia dónde voy y para qué existo.

De dónde venimos

    La doctrina cristiana dice que Dios ha creado libremente al hombre para que tenga parte en el cielo, es decir, en su misma felicidad. Cada hombre ha sido creado por Dios, con la cooperación de sus padres.

   Por eso, a la pregunta de dónde venimos, se contesta: venimos de Dios.

  

Quiénes somos

    Dios no sólo ha creado al hombre, sino que está junto a él en todo tiempo y lugar. Dios le llama y le ayuda a buscarlo, quiere que lo conozca y lo ame. Sabemos que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, y por el bautismo los cristianos somos hechos hijos adoptivos de Dios, herederos de su gloria. Por tanto, si nos preguntan quiénes somos, la respuesta es clara: soy hijo de Dios.

Hacia dónde vamos

    Dios ha creado al hombre para manifestar y comunicar su bondad y amor, de forma que pueda conocerle y amarle cada día más y así le sirva libremente en esta vida, gozando después con Él para siempre en el cielo. Si nos preguntan a los cristianos hacia dónde vamos, la respuesta también es clara: al cielo Si no consiguiéramos esta meta, nuestra vida sería un fracaso.

Para qué existe el hombre

    Ahora podemos responder de modo más explícito a esta pregunta que se debe hacer el hombre: yo ¿para qué existo?. Y tenemos que decir de modo absoluto: para dar gloria a Dios, es decir, para manifestar la bondad y el amos del Creador. Dios al hombre y a la vez el hombre ha de responder amando a Dios. En eso está la felicidad del hombre.

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