Los ingleses tenían en Norteamérica trece colonias e impusieron unos impuestos que provocaron la rebelión de los americanos. En el II Congreso Continental de Filadelfia proclamaron la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América (1776).
El ejército americano dirigido por Jorge Washington derrotó a los ingleses en la batalla de Saratoga. Por fin, en el Tratado de Versalles (1783) Inglaterra reconocía la independencia de los EE. UU.
Tuvieron que hacer frente a dos problemas: uno económico, pues se cayó un una grave crisis que obligó a pedir préstamos a Francia, España y Holanda. El otro problema fue político, pues unos Estados eran federalistas pero la mayoría deseaba ser independiente. Al final en 1887, en una convención reunida en Filadelfia se redactó la Constitución de carácter federal y Washington fue elegido presidente. (Ver gráfico).