Lección de La autoridad

No basta con que al niño se le quiera, se le anime y se le dé buen ejemplo. Hace falta que los padres ejerzan su autoridad y los chicos aprendan a obedecer. El niño necesita conocer la frontera entre la conducta positiva y negativa. Los padres y educadores han de señalizar claramente el bien del mal. Incluso los niños cuando juegan se marcan reglas que se comprometen a cumplir.

   No se puede educar sin ejercer la correcta autoridad, que no es autoritarismo, y exigir la obediencia de los pequeños desde el momento en que empiezan a entender lo que se les pide. Pero siempre es necesario explicar los motivos de las indicaciones dadas dejando claro lo que los niños deben hacer o evitar.

   Pero a veces los padres no ejercen su autoridad y no saben bien si imponerse o abajarse a pactar y dejar hacer. A veces tienen miedo a perder el cariño de los hijos o a crear algún trauma en su personalidad. Pero la falta de autoridad crea hijos tiránicos, malcriados, habituados a sobresalir y a no obedecer cuando no tienen ganas.

   También el modo es importante: mejor que dar órdenes secas o malhumoradas, es preferible pedir las cosas por favor, con actitud serena y confiando en la obediencia.

(Pintura: Barbero extrayendo un diente. OSTADE, A.J. Museo Rijks. Amsterdam).

Volver a: Recomendaciones educativas