Lección de La belleza

Santo Tomás escribió que es bello todo aquello cuya aprehensión place. Entendemos por aprehensión la captación por los sentidos, el entendimiento o el corazón. También se puede decir que hermoso o bello es aquello cuya contemplación agrada.

   Agrada contemplar un cuadro de Velázquez, escuchar una sinfonía de Mozart, sentir unos versos de Antonio Machado y contemplar una puesta de sol.

   El placer que producen las cosas bellas es espiritual, puro y desinteresado. Un cuadro de Goya produce placer a todos los visitantes y no se consume al producir este placer. El cuadro permanece. Pero un manjar produce placer a uno solo: el que se lo come y lo consume.

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