Lección de La comunicación emocional

Capacidades de inteligencia emocional  

   Los matrimonios que funcionan bien suelen cuidar las cuestiones de tipo afectivo. La correcta comunicación conyugal es más afectiva que de conocimiento. No consiste simplemente es ser más cariñoso o afectuoso con el otro. Implica principalmente desarrollar competencias o habilidades emocionales, tales como comprender al otro y saber adaptarse a su forma de ser.

   La capacidad de hacer un uso inteligente de las emociones tiene dos dimensiones: una consiste en el autodominio de las emociones, que implica controlar las emociones negativas, como la inseguridad, la ansiedad, la irritabilidad, etc. y aprender a descomplicarse, y a no dramatizar o culpar a los demás. La otra dimensión consiste en utilizar las emociones de forma positiva, de forma que el entusiasmo, la compasión, la ternura y la alegría se pueden convertir en factores de motivación y de comunicación.

   Una capacidad muy importante es la empatía. Es la capacidad de comprender a otra persona y hacer que se sienta comprendida. Las personas con poca empatía padecen sordera emocional, es decir, que están incapacitadas para detectar los estados de ánimo de los demás.

Diferencias entre hombre y mujer

   En la vida conyugal el hombre tiene que comprender el modo de ser de la mujer y ésta no ha de olvidarse de que está casada con un hombre. Cada uno ha de luchar contra los propios prejuicios acerca del modo de ser del otro por razón del sexo.

   Hombre y mujer tienen distinta forma de ser y distinta sensibilidad. El hombre se implica menos en lo afectivo y por ello puede provocar un déficit de ternura en ella. La mujer suele ser más cariñosa y la falta de muestras de afecto la deprimen. Necesita que el marido la mire, la busque, que piense en ella, que la quiera y lo demuestre.

   El hombre, después de la boda suele descuidar los detalles afectivos y se puede caer en la rutina, desconociendo las necesidades afectivas de su esposa en cuanto mujer. No puede caer en la sordera emocional que puede ser peligrosa para la estabilidad matrimonial.

Distintas formas de comunicarse 

   Goleman señala cinco conductas diferentes entre el hombre y la mujer:

   1. El hombre suele conversar muy poco con su esposa. Por el contrario, ella necesita hablar con su marido.
2. El hombre se queda satisfecho si habla de cualquier cosa con ella. La mujer necesita una conexión emocional más profunda.
3. El hombre da poca importancia al miedo, la culpa o el dolor. La mujer vive mejor la empatía.
4. El hombre tiene dificultad para detectar los problemas que surgen de la relación conyugal; no se entera o se entera tarde. La mujer lo suele captar pronto.
5. El hombre tiene poca predisposición a afrontar los conflictos emocionales que surgen en su matrimonio, mientras que la mujer necesita hacerlo.

En el matrimonio es importante saber expresar el afecto. Decía una esposa: Procuro, con frecuencia, expresar a mi esposo que lo quiero mucho. Yo soy muy cariñosa y me gusta expresárselo, aunque él no lo sea tanto y no sepa expresarlo. Un esposo decía: Un factor importante ha sido no solo quererla, sino hacérselo sentir; no solo que me guste, sino darle las gracias.


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