
La Eucaristía es el sacramento del cuerpo y la sangre de Jesucristo bajo las especies o apariencias de pan y vino.
En la Eucaristía hay que considerar tres cosas:
a) En la Eucaristía está el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Jesucristo y no una imagen o un símbolo que lo representa. Tal es el dogma de la presencia real.
b) En la Eucaristía, Jesús se ofrece por nosotros en la Santa Misa.
c) En la Eucaristía recibimos a Jesucristo en la Sagrada Comunión. Es un sacramento.
En cuanto sacramento, distinguimos la materia, forma, ministro y sujeto.
– La materia es el pan de trigo y el vino de uva. Con esto quiere decirnos Jesús que igual que el pan y el vino son el alimento del cuerpo, La Eucaristía es el alimento del alma.
– La forma consiste en las palabras de la consagración: «Éste es mi cuerpo… ésta es mi sangre…» Estas palabras tienen una virtud divina, porque Jesucristo las pronuncia por la boca del sacerdote.
– El ministro puede ser el obispo y el sacerdote. Sólo ellos, en la persona de los Apóstoles, han recibido de Jesús el poder de consagrar, cuando dijo: «Hacer esto en memoria mía.» (Lucas 12,19).
– El sujeto es todo hombre bautizado que pueda recibir válidamente la Comunión.