Lección de La fidelidad 3

El esposo puede programar actividades variadas para su esposa y evitar la rutina de hacer todas las semanas lo mismo. Es aconsejable preparar algo distinto semanalmente: ver un partido de tenis, asistir a una sesión de teatro, salir con los amigos, comer en un restaurante, etc. En general, las mujeres tienen más necesidad de actividades variadas que el hombre.

    Por su parte, la esposa puede contribuir a la felicidad del marido haciendo de su casa un hogar cálido, alegre y acogedor. Puede recibirlo cuando llegue del trabajo con una sonrisa y un abrazo. Otro detalle puede ser preparar algún plato que le guste especialmente.

    Es importante que la esposa sea receptiva para las relaciones conyugales siempre que las solicite el marido y no debe negarse si no hay una razón grave.

    Por otra parte, la esposa debe cuidarse tanto físicamente como en la forma de vestir y acicalarse, para seguir conquistando al esposo como cuando eran novios.

    En ocasiones surgen problemas, tales como llevar una semana sin hablarse, no tener relaciones durante el último mes, estar uno de ellos enredado en adulterio mental o discutir con demasiada frecuencia. Ante estos casos se puede pedir asesoramiento a algún sacerdote o amigo conocido que ponga un poco de orden y concordia.

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