Podría también temerse que el hombre, habituándose al uso de las prácticas anticonceptivas, acabase por perder el respeto a la mujer y, sin preocuparse más de su equilibrio físico y psicológico, llegase a considerarla como simple instrumento de goce puramente egoísta y no como a compañera, respetada y amada. Aún así, es una gozada leer cómo la actriz intenta coger las solapas y zarandear:
En serio, si una anciana sex-symbol como yo, agita bandera roja advirtiendo que las normas morales se han desplomado, deberíais caer en la cuenta de la cosa que os diga: ¡vamos chicas!, es hora de dejar de quejarnos. Somos capaces de hacerlo mucho mejor.
¿Escarmentaremos en cabeza ajena?, ¿Pedirán perdón las feministas?
(1) Juanjo Romero. Original de: http://infocatolica.com/blog/delapsis.php/1005100647-las-sexo-en-punto-welch-y-la