Lección de La Pascua es la fiesta más importante del año

La fiesta de Pascua conmemora el triunfo de Jesucristo resucitado. La Iglesia la celebra con tanta solemnidad porque es la culminación de nuestra Redención y lo que confirma nuestra fe.

    Efectivamente, Jesucristo -con su muerte- nos libró del pecado y nos reconcilió con Dios, y por su resurrección nos abrió las puertas del cielo. La resurrección de Cristo es fundamento de la religión cristiana, porque es el argumento principal de su divinidad y de la verdad de nuestra fe.

La resurrección de Cristo es un hecho histórico

    La resurrección de Cristo consiste en que su alma se volvió a unir al mismo cuerpo, saliendo vivo y victorioso del sepulcro para nunca más morir. Aunque el suceso no fue visto por los hombres, este milagro es un hecho histórico que muchos testigos pudieron comprobar porque, el que antes había muerto, a los tres días se les apareció vivo y con su mismo cuerpo, ahora glorificado.

    A su vez, la resurrección de Cristo trasciende la historia porque este milagro -no presenciado por hombres- es objeto de nuestra fe, atestiguado por los ángeles, por Cristo y por la Escritura, siendo la confirmación de la divinidad de Jesús y de la verdad de su doctrina; además, su fuerza salvífica abarca a todos los hombres de la historia.

Jesucristo subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre

    Esta afirmación de nuestra fe significa que Jesucristo, transcurrido el tiempo de su vida en la tierra, ascendió vivo y glorioso al cielo, donde -en cuanto hombre- comparte el poder y la gloria con el Padre y el Espíritu Santo.

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