En la España de la segunda mitad del siglo XIX distinguimos tres épocas:
– ISABEL II. (Ver el gráfico lateral). Sucedió a Fernando VII cuando tenía tres años y se nombró regente a su madre la reina Cristina de Borbón. El país estaba dividido en dos bandos: los liberales, partidarios de la reina Cristina y los carlistas, partidarios de don Carlos, hermano de Fernando VII y del absolutismo monárquico. Uno de los ministros liberales fue Mendizábal que llevó a cabo la desamortización de los bienes de propiedad eclesiástica, que fue un fracaso. Los bienes que el clero poseía de forma legal fueron vendidos a precios muy bajos y extensas tierras de cultivo quedaron sin producir sus frutos. Ante tal fracaso, Mendizábal tuvo que dimitir.
La guerra civil carlista terminó con el Convenio de Vergara por el que el ejército carlista reconoció a la reina doña Isabel. El general liberal Espartero fue regente de España.
– PRIMERA REPÚBLICA. Los generales Serrano, Prim y el almirante Topete acaudillaron la revolución de 1868, que destronó a Isabel. Éstos formaron un Gobierno provisional que llevaron al poder a Amadeo I de Saboya, hijo de Víctor Manuel II de Italia.
Las Cortes proclamaron la primera República española (1874), que sólo duró once meses y se sucedieron cuatro presidentes: Figueras, Pi y Margall, Salmerón y Castellar. Ante la división de los republicanos, el general Pavía dio un golpe de Estado y se formó el segundo Gobierno provisional con el general Serrano en el poder.
– ALFONSO XII. La gran mayoría del país deseaba la monarquía borbónica y el general Martínez Campos proclamó en Sagunto rey de España a Alfonso XII, hijo de Isabel II. Sobresalieron los políticos como Cánovas, jefe del partido conservador y Sagasta, jefe del partido liberal. Se redactó la Constitución de 1876 de carácter conciliador.