Por la respiración nuestra sangre intercambia gases con el aire. Distinguimos dos tiempos:
– Inspiración o entrada de aire con oxígeno a los pulmones y pasa a la sangre: absorbemos oxígeno.
– Espiración o salida del aire con dióxido de carbono (CO2) de los pulmones: expulsamos dióxido de carbono y purificamos la sangre.