Con el sacramento de la Unción de enfermos la Iglesia acude en ayuda de sus hijos que empiezan a estar en peligro de muerte por enfermedad grave o vejez. En estos momentos difíciles e importantes de la vida -cuando se ventila el destino eterno del hombre- , Dios no nos deja solos sino que se hace presente para socorrernos con su gracia y su misericordia. El sacramento de la Unción de enfermos proporciona al cristiano gracia para vencer las dificultades inherentes al estado de enfermedad grave o vejez.
Una cosa que debe preocupar a cualquier cristiano es recibir este sacramento -él o el familiar o el amigo- en el momento oportuno, valorando la ayuda que puede prestar al que lo necesita.