Los griegos trataron de representar el cuerpo humano con gran perfección. Consideraban que bello era lo perfecto, sobrio y con equilibrio. Las cosas que eran bellas para los griegos, siguen siéndolo para nosotros, porque todavía tenemos el mismo gusto estético.
El griego poseía el instinto de lo bello, junto a la visión poética de la vida y a la claridad del pensamiento. Por eso la belleza, poesía y la claridad son los aspectos que dan vida a su civilización.
En arquitectura los griegos construyeron sus edificios según tres órdenes: el dórico, el jónico y el corintio. En el dibujo lateral vemos que en la columna distinguimos la basa, el fuste y el capitel. Los capiteles eran de tres clases: el dórico con una simple moldura, como el utilizado en el Partenón; el capitel jónico es el más esbelto y lujoso, coronado de volutas, como el utilizado en el Erectión; el capitel corintio está adornado con hojas de acanto.
En la Acrópolis o parte elevada de Atenas estaban los templos del Partenón y Erectión.
En cuanto a la escultura sobresalen Mirón de Atenas con su célebre Discóbolo y Polícleto de Argos que realizó los relieves y esculturas del Partenón.
También hay que destacar la cerámica, pues no solo hacían vasijas de barro muy variadas, sino que las decoraban con bellas pinturas de la vida corriente o la mitología.
Religión. Los griegos se inventaron unos dioses que los consideraban como hombres, pero eran inmortales y poseían una gran fuerza pues se alimentaban de néctar y ambrosía. Vivían en la cumbre del Olimpo.
Los principales dioses eran Zeus (el padre de todos los dioses), Poseidón (dios del mar), Apolo (dios de las artes), Afrodita (diosa del amor) y Atenea (diosa de las ciencias).
Los héroes eran hijos de un dios y un mortal. Destacan Heracles, Ulises y Aquiles.
La mitología estudia las leyendas y mitos de los dioses y los héroes.