
En primer lugar es necesario que se comprenda la necesidad de tomar apuntes. Aunque se esté muy atento y se tenga buena memoria, es difícil retener la estructura general de la explicación, los detalles y los ejemplos. Aún es más difícil cuando es una exposición de hechos que incluyan dibujos, figuras y fórmulas. La memoria puede retener durante un periodo corto de tiempo, pero lo importante es retener a largo plazo y para ello es esencial la grabación escrita, tomando apuntes o notas en clase.
Al tomar apuntes intervienen varios sentidos como el oído, la vista y los músculos y esto favorece el aprendizaje.
En el hecho de tomar apuntes distinguimos el escuchar y el escribir. El que toma apuntes está retrasado con respecto al profesor, ya que anota lo que acaba de decir mientras escucha lo que está diciendo. Pero escuchar y escribir no son realmente incompatibles. Se pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo siempre que la una sea un ejercicio mecánico o casi automático y la otra un ejercicio intelectual. Se puede seguir el pensamiento del profesor mientras se escribe lo que ha dicho anteriormente. Es necesario el ejercicio para crear este hábito.
Escuchar comprendiendo implica descifrar el significado de cada palabra y captar las ideas del que explica.
Hay que fijarse en el contenido de la explicación y dejar de lado la actitud que se tenga ante el profesor. Tratar de mirarle y, si es posible, ponerse cerca para oírle mejor.
Hay que escuchar activamente y estar interesado por lo que dice el profesor. Estar bien sentado pero no excesivamente cómodo. Al tomar apuntes -igual que al subrayar- hay que descubrir las ideas principales, las secundarias y los datos. Lo subrayado es al texto escrito lo que los apuntes a la explicación.
Al escribir, procurar dejar un margen en la parte derecha para posteriores anotaciones. Dejar también espacios en blanco entre los distintos apartados para completar los apuntes posteriormente. Prestar atención al principio de la explicación del profesor porque suele dar una idea general del tema o indicaciones para su estudio. Otras veces da más importancia a unas partes que a otras mediante frases, gestos y tono de voz.
Al final de la clase o por la tarde, completar los apuntes. Puede quedarse una frase sin terminar o una palabra clave suelta o un ejemplo aislado. Quizás al cabo de unas semanas ya no se entiendan esas palabras sueltas o no se sepan completar las frases.