
Primeros discípulos
Jesús vio a Simón, llamado Pedro y a su hermano Andrés, que echaban la red en el mar, pues eran pescadores. Y les dijo: – Venid detrás de mi y os haré pescadores de hombres. Y ellos dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban arreglando las redes para pescar, y los llamó. Ellos dejaron la barca y a su propio padre y le siguieron.
Las bodas de Caná
Jesús era el Hijo de Dios y tenía el poder de hacer milagros. El primero lo hizo en Caná de Galilea. Había una boda e invitaron a la fiesta a Jesús, a su madre María y a los discípulos. María se dio cuenta de que se había acabado el vino. ¡Imaginaos qué vergüenza!
Entonces María dijo a Jesús: – No tienen vino. Había allí seis tinajas o jarras de piedra y Jesús dijo a los sirvientes: – Llenadlas de agua. Cuando estuvieron llenas, Jesús siguió diciendo: – Ahora cogedlas y llevadlas al jefe del banquete para que lo pruebe.


El primer milagro de Jesús
Jesús convirtió el agua de las jarras o tinajas en un buen vino.
Cuando el jefe del banquete probó el agua transformada en vino, llamó al esposo y le dijo: – Todos sirven al principio el vino bueno y al final el peor. Pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora.
Con este primer milagro hecho a petición de su madre María, Jesús manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.