De los alimentos que tomamos y del aire que respiramos, tomamos elementos beneficiosos, pero también quedan residuos perjudiciales que es preciso expulsar al exterior. Los residuos son cuatro:
– Las heces fecales que contienen los restos inútiles de los alimentos que tomamos. Se expulsan desde el intestino grueso a través del ano (ver el tema del aparato digestivo).
– El dióxido de carbono (CO2) que se produce en las células, al quemarse las sustancias nutritivas. Lo expulsamos de los pulmones por la boca y la nariz (ver el tema del aparato respiratorio).
– La orina, que contiene productos de desecho que pasan a la sangre. Se elimina a través del aparato urinario, por la uretra.
– El sudor elaborado por las glándulas sudoríparas y se expulsa a través de los poros de la piel.