
Las aguas de lluvia o la procedente de la fusión de las nieves forman en las montañas de pendiente rápida y de provistas de vegetación hilillos de agua, los cuales, al reunirse en un cauce mayor originan los torrentes.
Los torrentes son corrientes de agua no continuas que discurren por valles de grandes pendientes. Distinguimos tres zonas:
– Cuenca de recepción o zona alta del torrente. El agua corre con gran velocidad arrastrando piedras y cantos rodados y produciendo erosión en las laderas.
– Canal de desagüe o zona media del torrente, en la que las aguas transportan los materiales arrancados. Estos materiales producen a su vez la erosión del cauce.
– Cono de deyección o zona baja del torrente. Al llegar a la parte más baja el agua pierde velocidad y los materiales se depositan en el valle formando un amplio triángulo.
En el dibujo observamos las tres partes del torrente. Los ríos con mayor caudal que los torrentes producen una erosión semejante.
Los glaciares son enormes masas de hielo que se deslizan lentamente en las montañas, arrastrando rocas y otros materiales.