
Jesús estaba predicando a muchas personas y llegó la noche. Dijo a sus discípulos:
– ¿Dónde podemos encontrar pan para que coman todos? Uno de ellos le dijo:
– Hay un joven que tiene cinco panes y dos peces. Pero con esto no tenemos ni para empezar. Jesús dijo a la gente:
– Sentaos en el suelo. Había unos cinco mil hombres, sin contar mujeres ni niños.
Entonces Jesús cogió los cinco panes y los dos peces, y después de rezar, los bendijo y los dio a sus discípulos para que los repartieran a todos. Comieron hasta quedar satisfechos. Jesús dijo a sus discípulos:
– Recoged los restos para que no se pierda nada. Recogieron los pedazos y llenaron con ellos doce cestas.