Lección de Nacimiento de la Iglesia

Dijeron a Pedro y a los demás apóstoles:

   – ¿Qué hemos de hacer, hermanos? Pedro les dijo:

   – Convertíos, y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa es para vosotros, para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para todos los que quieran  llamar el Señor Dios nuestro. Con estas palabras dio testimonio y les exhortaba diciendo:

   – Salvaos de este generación perversa. Ellos acogieron su palabra y fueron bautizados; y aquel día se les unieron unas tres mil almas. Perseveraban asiduamente en la doctrina de los Apóstoles y en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones. (Act. 2, 37-42)

«También nosotros, como aquellos primeros que se acercaron a san Pedro en el día de Pentecostés, hemos sido bautizados. En el bautismo, Nuestro Padre Dios ha tomado posesión de nuestras vidas, nos ha incorporado a la de Cristo y nos ha enviado el Espíritu Santo» (Es Cristo que pasa, n.128).

(Pintura: La Virgen en la gloria rodeada de santos y ángeles. TIEPOLO, Giovanni Batistta. Museo de Bellas Artes. Budapest).

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