Podemos estar seguros de la existencia de Dios como lo estamos de la existencia del sol y de la luna. Sin embargo, no podemos ver a Dios con nuestros ojos porque Dios no tiene cuerpo y es puro espíritu. Pero tenemos muchas pruebas para conocer su existencia y sus perfecciones, especialmente a través de sus obras.
Cunado vemos un cuadro comprendemos que lo ha hecho un pintor. Cuando vemos las cosas creadas entendemos que tiene que haber un creador. El Concilio Vaticano I dice que «el Dios único y verdadero, nuestro Criador y Seños, puede, por medio de las criaturas, ser conocido con certeza, mediante la luz natural de la razón humana».
(Pintura: Retrato alegórico de Dante. Anónimo italiano. Galería Nacional de Arte. Washington)