Somos dos hermanos y nos llamamos Juan que tiene nueve años y yo María de siete años. A ambos nos gusta hablar mucho y discutir sobre temas muy diversos.
JUAN: Procuramos debatir sobre temas que nos interesan con el fin de comprender mejor el mundo que nos rodea y aportar un poco de luz a los problemas.
MARÍA: Lo que pasa es que a veces no centramos bien el tema y nos distraemos con ideas que no tienen mucho que ver con el tema central que se ha planteado al principio.
JUAN: Sería necesario que nos hiciéramos preguntas para centrarnos.
MARÍA: Propongo responder de vez en cuando a una serie de preguntas que nos ayuden a centrarnos en el tema y no marcharnos por las ramas.
JUAN: Estoy de acuerdo contigo y podríamos llamarlo «prueba de comprensión» con unas seis preguntas a las que responder eligiendo u frase verdadera y despreciando a las dos frases que no se ajustan a las preguntas.