– ¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos; dirigiéndose al primero, le mando:
– Hijo, ve hoy a trabajar en la viña. Pero él le contestó:
– No quiero. Sin embargo se arrepintió después y fue. Dirigiéndose entonces al segundo le dijo lo mismo. Éste le respondió:
– Voy, señor; pero no fue.
– ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?
– El primero, dijeron ellos. Jesús prosiguió:
– En verdad os digo que los publicanos y las meretrices os van a preceder en el Reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros por camino de justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y las meretrices le creyeron. Pero vosotros, ni siquiera viendo esto, os movisteis después a penitencia para poder creer en él. (Mateo 21, 28-32).

El Señor pone de relieve que la penitencia y la conversión pueden enderezar y situar a todos en camino de sanidad, aunque hayan vivido mucho tiempo alejados de Dios.
(Pintura: Transfiguración. LORENZO LOTTO. Pinacoteca Comunal. Recanati).