Otra razón es tener un exceso de admiración por el otro, hasta el extremo de no ver sus defectos. Hay que ser realistas para aceptar los defectos propios y del otro. Este sentido realista apartará a los jóvenes a dejarse llevar por la imaginación y la fantasía.
Otro error es pensar que el noviazgo no necesita aprendizaje. Aunque estén enamorados y ambos tengan voluntad de fortalecer el amor, la convivencia en el noviazgo es un trabajo costoso que exige comprensión y generosidad. La integración de los factores físicos, sexuales, afectivos, intelectuales, económicos, sociales, culturales y espirituales, exige que todas las piezas rueden con cierta fluidez y esto se consigue poniendo los mejores esfuerzos.