Lección de Preparación para el amor

Primera parte

Algunos jóvenes no conocen el verdadero amor porque sólo lo han vivido por el aspecto unilateral del placer, de pasarlo bien sexualmente. Se dejan arrastrar por la frivolidad, que es uno de los peores males de esta civilización.

   La juventud es el tiempo de perfilar un porvenir realizable, que recoja todo lo noble y legítimo que está en su interior. Pero ese ideal sólo se hará realidad si se prepara con seriedad y reflexión de personas maduras.

   Para muchos jóvenes el amor ilumina la alegría de conocer y comprometerse con su pareja para vivir juntos para siempre, una felicidad que parece llamada a crecer día tras día.

Pero desgraciadamente muchos jóvenes terminan fracasando en el amor del noviazgo y más tarde en el matrimonio. ¿Por qué no han llegado a su ideal amoroso?

   Una causa es que se ha elogiado en exceso el amor y se piensa que este sentimiento lo resolverá todo y para siempre. Esto es un error pues el amor, como la planta delicada, hay que cuidarlo y regarlo con esfuerzo.

Segunda parte

    Otra razón es tener un exceso de admiración por el otro, hasta el extremo de no ver sus defectos. Hay que ser realistas para aceptar los defectos propios y del otro. Este sentido realista apartará a los jóvenes a dejarse llevar por la imaginación y la fantasía.

   Otro error es pensar que el noviazgo no necesita aprendizaje. Aunque estén enamorados y ambos tengan voluntad de fortalecer el amor, la convivencia en el noviazgo es un trabajo costoso que exige comprensión y generosidad. La integración de los factores físicos, sexuales, afectivos, intelectuales, económicos, sociales, culturales y espirituales, exige que todas las piezas rueden con cierta fluidez y esto se consigue poniendo los mejores esfuerzos.

Tercera parte 

   El amor lleva de suyo al matrimonio y los jóvenes han de estar alerta ante la responsabilidad que les espera y anticipar, hasta donde sea posible, las dificultades que tendrán que vencer. Sólo de esta manera podrán evitar el fracaso y lograrán ser felices.

   Los novios han de ser responsables so pena de ser más tarde unos esposos infelices. Los novios han de prepararse bien al matrimonio conociendo claramente los deberes que aguardan a los futuros esposos: los que han de cumplir a la vez y conjuntamente con respecto a los hijos y los deberes de cada uno por separado en relación con el otro cónyuge. Pero no basta conocer los deberes, hace falta querer y disponerse cabalmente para responder de una manera integral a las exigencias de la nueva vida cuando llegue el momento de afrontarlas.

Volver a: Los novios (juego de palabras)